lunes, 19 de diciembre de 2016

El discurso fotográficao


Actividad 12. Escribe el texto que te sugiera una de estas imágenes.

9 comentarios:

  1. 1.

    La espesura de la noche llegó a mis oidos, el chirriar de la antigua mecedora de la abuela Carolina me despertó.
    Vivo solo, pero alguien estaba sentado. Sentado en la mecedora. Meciendose, chirriandose.
    -¿quien hay
    Nadie contesto.
    -¿que quien hay,joder.
    Nada.

    Enciendo la luz y la mecedero se mueve, suave, lenta. Como si alguien acabara de levantarse de ella.
    Algo me susurra.
    Alguien me acaricia.
    Vuelve la oscuridad y todo termina.
    Termina con un leve chirrío, un chasquido de madera, un cantar de mecedora que prelude un silencio mas oscuro que la misma noche, un silencio que ahoga mi voz en el vacío inerte.

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  2. Aquella mecedora que tantas historias ha observado ya no volverá a mecerse. Ese libro que en tantos viajes me ha acompañado ya no tiene alas. la persona con la que he vivido tantos momentos ya no está y su ausencia se hace visible en esa habitación, en esa mecedora, en ese libro.

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  3. (Primera foto) -Una mujer mayor, de 82 años, murió ayer por la noche. Murió rápido, sin dolor, sin compañía, sin molestar, sin ser molestada, y pasando totalmente desapercibida. Pero ahí está su silla. Su silla sí que ha causado mucho dolor a la gente que, aunque ayer no lo parecía, le era allegada. ¿Cómo puede ser que una silla evoque una personalidad? Pues muy sencillo, era SU silla, y no la de nadie más. Y había conseguido el derecho a llamarla propia por la cantidad de horas que había pasado sentada en ella desde que hace cinco años le diagnosticaran un cáncer de pulmón. Duro es ver la silla deshabitada, pero probablemente más duro fue para la propia silla ver como su inquilina se separaba de ella y caía al suelo totalmente desplomada, sin vida, como en la morgue de Terese Raquin. Quizás, la silla también se sentía culpable. Además de triste, culpable. Puesto que, como otros no saben, ella fue la causante de que la mujer contrajese un cáncer de pulmón. Era en esa silla donde ella fumaba en pipa después de comer todos los días durante todos los años de su vida. Era una mujer de costumbres. Qué triste no ver cómo se marchaba. Qué triste ver ahora la silla. Y qué triste tener que darse cuenta de que era ella la culpable, veinticinco años más tarde, por la ceniza de la pipa de mi madre que queda ahora en la manta que solía cubrir sus piernas.

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  4. Esta mañana me he despertado sobresaltada, me he despertado porque he oído un ruido extraño, como algo que chirriaba. Ante mi curiosidad, me levanté de la cama y seguí el ruido que estaba oyendo. Me quedé sorprendida al ver que ese sondo tan tétrico salía de la antigua habitación de la abuela. Dubité un segundo, pero finalmente me lancé y abrí la puerta. Derepente me quedé petrificada al ver lo que mis ojos me estaban mostrando, era la mecedora de mi abuela y se estaba moviendo. Era curioso porque llevaba años en la misma posición y con las mantas puestas de la misma forma en la que las había dejado mi abuela antes de fallecer. Pero hoy era distinto; las ventanas estaban cerradas y era imposible que hubiera corriente en la casa. Sin embargo la mecedora se movía. ¿Será el fantasma de mi abuela?¿Querrá decirme que sigue con nosotros? Al principio estaba muy asustada, pero después me di cuenta de que, si era ella, no podía pasarme nada malo.

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  5. Se despierta. Salta de la cama y echa a correr. Es Navidad y va en busca de su regalo. Este año solo le ha pedido una cosa al Olentzero. Recorre el pasillo más rápido de lo que lo ha hecho en sus 10 años de vida. Llega al salón... pero no está. Recobra el aliento mientras se acerca despacio al lugar donde se esperaba encontrar su regalo. No, no es el árbol perfectamente decorado de la esquina. Se dirige a la mecedora que lleva 6 meses sin cumplir su función. Todavía mantiene la manta y el libro de su dueña sobre ella. Pero la mujer de cabello blanco, con arrugas en su cara, que siempre sonreía cuando se acercaba no está. Su regalo no ha llegado. La peor manera de aceptar que el Olentzero no existe.

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  6. Observamos una leve sonrisa en un rostro de ojos caídos que trasmiten tristeza. Él es un señor que sonríe siempre pese a sus fina sonrisa. Su intención, trasmitir positividad y pese a los problemas que cada uno tenga nunca hay que olvidar sonreir.

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  7. En una época de modernidad y tecnología como la que se vivía en Europa en el s.XIX, despertaba la curiosidad de muchos jóvenes, que decidían ir a las colonias a conocer mundos exóticos. Hoy en día conservamos piezas de la realidad de las gentes sencillas de estas regiones y nos podemos hacer una idea de la vida sencilla que tenían, gracias las fotografías de estos exploradores. En un principio, nos hace pensar en la suerte que tenemos de vivir en ciudades limpias y con toda clase de recursos, nos sentimos seguros en nuestro mundo capitalista donde la siguiente meta es comprar el último modelo del objeto de moda. Entonces, encontramos fotos sencillas y cercanas, que nos demuestran que, dentro de esa sencillez, era posible encontrar la felicidad. Esto nos recuerda que felicidad se encuentra en las cosas más sencillas.

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  8. Ella se lo encontró allí sentado. Como de costumbre, estaba con su libro junto a la ventana, aprovechando cada rayo de sol para poder leer aquel libro que tanto le apasionaba por enésima vez. Estaba de espaldas y con la cabeza levemente inclinada hacia delante. Ella sonrió. Su afán por la lectura era una de las cosas que le había enamorado de él cuando eran jóvenes.

    No obstante, ese día parecía que el tiempo se hubiese detenido. La mecedora no se movía, y el ambiente era frío.

    - ¿Manuel? - susurró. Pero no obtuvo más respuesta que el sonido del tráfico de la calle.

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  9. La ausencia de la abuela. Recuerdo a mi abuela cuando se sentaba en la mecedora y pasaba las horas leyendo con su manta blanca. Añoro aquellas noches en las cuales, aunque en aquel entonces me sacaba de quicio, se entremezclaban el sonido chirriante que producía la mecedora y el murmuro de mi abuela mientras leía el libro.

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